martes, 10 de agosto de 2010

Rusia lucha contra el peligro nuclear en incendios forestales

Greenpeace acusó a las autoridades de subestimar el peligro alegando que son 20 los focos surgidos en áreas contaminadas con radiactividad.




Los incendios forestales más graves de la historia de Rusia continúan azotando el país, donde son ya más de 550 los focos activos que han hecho saltar las alarmas sobre el posible peligro de una contaminación radiactiva. 

Los fuegos afectan ya a una superficie de más de 1.700 kilómetros cuadrados, según los últimos datos del Ministerio de Protección Civil citados por la agencia de noticias Interfax. 

Al daño medioambiental se sumó ahora el riesgo de una contaminación radiactiva, denunció Greenpeace. El grupo ecologista acusó a las autoridades de subestimar el peligro alegando que son 20 los focos surgidos en áreas contaminadas con radiactividad, según muestran fotografías satelitales. 

Tres incendios surgieron en la región de Bryansk, fuertemente contaminada, en la frontera con Bielorrusia y Ucrania, según dijo el activista de Greenpeace Vladimir Chuprov hoy en Moscú. La región se vio afectada por la radiación emitida por la catástrofe nuclear de Chernobyl en Ucrania, en 1986. 

El ministro de Protección Civil, Serguei Shoigu, fue uno de los primeros en advertir sobre el peligro de que partículas del suelo radioactivo en Bryansk puedan arremolinarse al aire junto con las cenizas. Sin embargo, las autoridades no dieron información detallada al respecto, afirmó Chuprov. Tras mediciones en Bryansk, el ministerio rebajó el nivel de alerta. 

"La elevada radiación no provocará una nueva contaminación comparable a la de Chernobyl, pero cantidades más pequeñas no deberían subestimarse", dijo Chuprov.  Las autoridades deberían estudiar también lo peligrosa que puede ser la combinación del esmog generado por el fuego con la radiación radioactiva, añadió. 

Mientras, las autoridades bajaron el nivel de alarma en la ciudad de Osyorsk, en los Urales, donde se encuentra el gran centro de almacenamiento y procesamiento de basura atómica de Mayak. La portavoz del Ministerio de Protección Civil, Irina Andrianova, aseguró que las llamas en torno a la instalación están extinguidas. 

Sin embargo, Greenpeace advirtió que los fuegos podrían liberar a la atmósfera material radiactivo, aunque las llamas no lleguen al mismo centro, según dijo el experto nuclear Christoph von Lieven al diario alemán "Neue Presse", al considerar que Mayak entraña un riesgo especial. 

En 1957 una explosión no nuclear tuvo lugar en el inmenso almacén de residuos provocando una vasta contaminación. "Hay mucho material radiactivo en las inmediaciones, gran parte del cual fue vertido a un lago", dijo Van Lieven. 

Un portavoz de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) aseguró que Mayak no está entre las instalaciones que Rusia permite controlar a inspectores nucleares, por lo que la seguridad concierne únicamente a Rusia. 

El alcalde Viktor Trofimchuk decretó el estado de emergencia y prohibió los picnics en los parques de la ciudad y los bosques colindantes, con el objetivo de evitar incendios. 

Para la agencia nuclear rusa Rosatom, los riesgos son mínimos y se debería evitar el pánico. "Actualmente no hay peligro para la ciudad o las instalaciones", aseguró el portavoz Serguei Novikov. El consorcio cree que los basureros nucleares están protegidos por varias capas de hormigón y metal, que el fuego no puede dañar. 

Entre tanto, las autoridades de Defensa Civil comunicaron que extinguieron un fuego en el centro de investigaciones nucleares cerca de Snezhinsk. Funcionarios permanecen en alerta en el área, informó la agencia Interfax. 

En los trabajos de extinción murieron desde el lunes al menos dos personas, según los datos oficiales, entre ellos un soldado que luchaba contra las llamas en el centro de investigación atómica de Zarov, que ya se lograron extinguir. La cifra de muertos por los incencios aumentó así a al menos 54, según cifras oficiales, aunque las organizacioens humanitarias hablan de un número mayor. 

PROBLEMAS A LA SALUD
Mientras, el denso esmog provodado por los incendios elevó las voces de alarma entre los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se mostró preocupada por las consecuencias de las llamas y el hummo en la salud pública. "Y la situación empeora por la continua ola de calor", afirma el comunicado emitido hoy por la oficina regional europea en Copenhague. 

Sobre todo partículas de polvo y de carbón pueden causar problemas a los ojos y al sistema repiratorio. En muchas regiones, la concentración de gases dañinos como dióxido de nitrógeno, monósido de carbono y dióxido de azufre se han disparado muy por encima de los valores permitidos. 

Entre tanto, Francia llamó a la Unión Europea (UE) a formar un equipo de rescate y enviarlo a Rusia, informa el diario "Le Figaro" en su edición de hoy, citando al secretario de Estado para Asuntos Europeos, Pierre Lellouche. Sin embargo, la Comisión Europea descartó un grupo de intervención para Rusia. 

El Ejecutivo dela UE aseguró mientras tanto que la ayuda que ofreció a Rusia no fue aún aceptada. Moscú ha pedido ayuda a miembros individuales de la UE, pero hasta ahora no aceptó la oferta comunitaria realizada por la comisaria de Respuesta a Desastres, Kristalina Georgieva, que ha estado personalmente en contacto con las autoridades del país y que habla un ruso fluido, aseguró una portavoz de la Comisión. 

La Comisión es responsable del Centro de Monitoreo e Información (MIC) que coordina la ayuda a países que afrontan desastres naturales, como hizo este verano ante las inundaciones sufridas por Polonia, Rumania y Bulgaria, así como con Portugal, afectada también por incendios forestales. 

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